modelo 100 de Hacienda

Tres modelos tributarios que debes tener bajo control para no tener problemas con tu próxima declaración de la renta

Muchos de nosotros no estamos familiarizados con los diferentes modelos tributarios que existen. Sin embargo, todos ellos tienen una importancia clave cuando somos autónomos o tenemos una pyme y debemos proporcionar a Hacienda diferentes informaciones relativas a la contabilidad de nuestro negocio.

Por lo tanto, conocer de qué se tratan y quiénes tienen que presentarlo es fundamental. Así como los plazos que contempla la Agencia Tributaria para llevar a cabo la presentación pertinente. En este artículo te vamos a hablar de algunos de los modelos más importantes que debes conocer, como el modelo 100 de Hacienda. Recuerda apoyar tu contabilidad siempre en un programa de gestión especializado para evitar problemas al respecto.

El modelo 303, la clave para tener todo bajo control

De entre los diferentes modelos tributarios que podemos encontrar actualmente para comunicarnos con la Agencia Tributaria, el modelo 303 es uno con los que tenemos que estar siempre familiarizados cuando estamos dados de alta como autónomos o somos una empresa. Pese a que muchos de nosotros nos preguntamos qué es el modelo 303. Se trata de un modelo trimestral que nos permite equilibrar con Hacienda el IVA que hemos pagado y el que hemos abonado. Es decir, el devengado y el deducible.

Cuando compramos o vendemos un producto o servicio, siempre debemos ingresar o pagar una cierta cantidad en concepto de IVA. En función de la actividad o del producto, el IVA puede ser diferente. Sin embargo, este iba nunca nos pertenece, sino que únicamente lo hemos recaudado para poder transferirlo a Hacienda cuando termine el trimestre en curso.

Para poder saldar cuentas con Hacienda en torno al Impuesto sobre el Valor Añadido se utiliza el modelo 303. En el que debemos de pagar a la Agencia Tributaria la diferencia entre el IVA que hemos repercutido en nuestras facturas de ventas o servicios y el que hemos soportado en las de gastos. En función del resultado tendremos que realizar el abono correspondiente domiciliando el pago en nuestra cuenta o, por el contrario, lo guardaremos en el balance para que a final de año sea Hacienda la que nos abone a nosotros si hemos pagado más IVA del que deberíamos.

El modelo 390: esto es todo lo que tienes que saber

¿Qué es el modelo 390? El modelo 390 es muy similar al anterior, pero tiene una notable diferencia: se trata de un resumen anual de las operaciones relativas a la autoliquidación del IVA. Por lo tanto, nos encontramos con la versión extendida del modelo 303 que se debe presentar cuando realizamos el cierre contable de cada ejercicio.

Todos los autónomos, pymes y empresas están obligados a presentar este modelo una vez al año. Siendo la correlación con todos los modelos trimestrales que hemos ido pagando de manera periódica. Conviene tener en cuenta que se trata de un modelo que tiene carácter informativo y que nos va a permitir tener un mayor control sobre nuestra contabilidad. Por lo que es muy recomendable que dediquemos el tiempo necesario a poder introducir todos los datos de manera correcta para evitar posibles fallos que se puedan derivar en una posterior sanción por parte de la Agencia Tributaria.

Como todos los modelos de Hacienda, tienen su propio plazo de presentación y debemos cumplirlo para evitar sanciones o recargos a posteriori que puedan comprometer nuestra contabilidad. En este caso, el plazo es del día 1 al día 30 de cada mes de enero. En el único caso en el que el vencimiento coincida con un día inhábil, se puede trasladar al primer día hábil siguiente. No obstante, siempre que hablamos de los modelos tributarios, debemos asegurarnos de evitar apurar los plazos para no tener problemas.

¿Cuál es el modelo de la Declaración de la Renta?

Hasta ahora, nos hemos centrado en los dos modelos que tienen que ver con el balance de IVA de las cuentas de nuestro negocio. Sin embargo, existe otro modelo que es tanto o más importante que el anterior, puesto que afecta a todos los contribuyentes, pero del que no conocemos cuál es su nombre técnico en la mayoría de los casos. Se trata de la Declaración de la Renta y es conocida como el modelo 100.

Con este documento, hacemos la devolución o el ingreso del IRPF de manera anual. La particularidad que tiene este modelo, además de que están obligados a presentarlos la mayoría de los contribuyentes de nuestro país, es que Hacienda se adelanta a nosotros y nos ofrece un borrador en el que se incluyen los datos genéricos que tiene contemplados el organismo tributario. Si ninguno de estos datos es incorrecto y no tenemos ningún otro ingreso que no aparezca en dicho documento, presentarlo muy sencillo. Sin embargo, en el caso de las empresas o los autónomos, adquiere un extra de complejidad que es importante tener en cuenta. Un software de contabilidad puede ayudarnos a minimizar problemas al respecto y evitar posibles conflictos con Hacienda en el futuro.

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