Lugares imprescindibles de conocer de París

París, la ciudad de luces, que nutre los sentidos y alimenta el intelecto y el alma. Los visitantes se dejan seducir por sus arquitecturas, museos y exhibiciones, también por los cafés y restaurantes en constante movimiento. Es una de las ciudades más bonitas del mundo, la cuna del romance y el estilo. Todo es mágico, todo puede suceder en los lugares modernos o antiguos, que podrán conocer en esta afamada ciudad.

La Torre Eiffel

Posiblemente la estructura más reconocible del mundo. Fue construida como una pieza decorativa temporal, para una exposición universal, en 1889. Hoy es el lugar más emblemático de París, con 320 metros de altura y una tribuna de observación de 65 kilómetros de extensión. Posee 7 ascensores, así como 5 restaurantes, que sirven de atracción turística y se han convertido en el soporte de manutención de la imponente obra. Su mejor vista, la conseguirás desde los Jardines de Trocadero, al otro lado del río.

Arco del Triunfo

Es el mayor arco de triunfo del mundo, por sus 50 metros de alto y 45 de ancho. Fue construido entre 1806 y 1836, por orden de Napoleón Bonaparte, para rememorar la victoria en la Batalla de Austerlitz. Con el tiempo se convirtió en el lugar donde se celebraban los funerales de Estado, donde se encuentra la Tumba del soldado desconocido, fallecido durante la Primera Guerra Mundial y lugar alegórico de desfiles, durante la Segunda Guerra Mundial, tanto de las tropas invasoras alemanas como, aquellas que liberaron a Francia. Es una verdadera obra arquitectónica, inspirada en el Arco de Tito, en Roma, cuyos pilares cuentan pasajes históricos significativos, con extraordinarios relieves, alusivos a la Revolución Francesa y a la Era Napoleónica. Así como los nombres de 660 personajes, entre militares y figuras políticas de la época. ¡Seguramente, será una experiencia inolvidable!

Museo de El Louvre

Los entendidos señalan, que es el mayor museo de arte del mundo. Acoge a la Gioconda, de Leonardo de Vinci y La Venus de Milo, y otras obras maestras catalogadas de suma importancia, entre ellas: El escriba sentado, El Código de Hammurabi, La Libertad guiando al pueblo, La Consagración de Napoleón, entre otros. Este palacio, que se extiende casi 800 metros junto a la orilla del Sena, comenzó como una fortaleza medieval y se extendió en el tiempo como una lujosa residencia real. Fue designada museo después de la Revolución y su colección creció significativamente gracias al interés de Napoleón Bonaparte. Ahora existen en él, 7 categorías: Antigüedades Egipcias, asiáticas, Islámicas, griegas, Etruscas, Romanas y Esculturas, pinturas, grabados, dibujos y objetos de arte.

Basílica del Sagrado Corazón de Montmartre

Construida entre 1876 y 1914, con un estilo románico bizantino. Es blanca, brillante y con una cúpula central de 83 m3tros, la parte exterior de la Catedral parece una golosina. Está situada en la colina Montmartre, antiguo lugar de culto. Una vez adentro, pueden subir a la cúpula o visitar la cripta, que posee en resguardo una antigua reliquia del Sagrado Corazón d Jesús.

Los inválidos

Obra arquitectónica concebida, originalmente, como asilo para soldados discapacitados y veteranos, que vivían y trabajaban en el lugar. En 1840, el cuerpo de Napoleón Bonaparte fue traído aquí, desde Santa Helena, donde estuvo enterrado inicialmente. Además, está la tumba de su hijo Napoleón II, la de su hermano José Bonaparte I de España, y otros. En su interior también podemos conseguir el Museo del Ejército, el Museo de la Orden de la Liberación y el Museo de Planos y Relieves.

Catedral de Notre Dame

En palabras de Víctor Hugo: Una sinfonía hecha de piedras. Es el centro histórico y geográfico de Paris. El Papa Alejandro III puso la primera piedra en 1163 y se terminó de construir dos siglos después. Pueden subir a la torre sur, de 117 metros de altura, que nos ofrece la famosa Campana de Emmanuel y un magnífico ángulo de visión de una de las ciudades más bellas del mundo a sus pies.

Caminar la interminable arteria vial de Los Campos Elíseos, con sus alineados y verdes árboles, visitar el Río Sena y no perder de vista, desde sus orillas, sus traslúcidas aguas. Pasear por el parque Moncean, que inspiró a Monet en sus maravillosas obras, después ir al pequeño pueblo de Bategnolles, dentro de la inmensa ciudad, conocer sus plazas, tiendas, pastelerías. Hacer un tour por el Centro Pompidou, y maravillarse por su estructura atrevida de brillantes tuberías. Ah…no te pierdas una salida al Barrio Latino, colorido y animado. Es que en Paris no se puede escapar nada.

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