Construir una piscina dentro de la casa puede ser una gran solución para quienes quieren disfrutar de una piscina azul siempre a mano, pero no tienen un jardín lo suficientemente grande para construirla.
En cambio, una piscina en la casa puede construirse en algún espacio libre como sótanos, verandas o porches acristalados. Con una ventaja no menor: la piscina puede utilizarse en cualquier época del año, incluso con frío y mal tiempo, con considerables beneficios para la salud física y la relajación.
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La seguridad en la piscina cubierta es lo primero
Al igual que las piscinas exteriores, instalar piscina cubierta puede construirse en el suelo o no, en paneles de acero u hormigón armado, en casas existentes o nuevas.
Pero lo más importante es que se den las condiciones técnicas y estructurales para instalar el sistema. De hecho, una piscina colocada en una casa implica a todo el edificio. Esto significa que el peso de la estructura y el agua de la piscina deben calcularse con extrema precisión, pues de lo contrario se corre el riesgo de que se derrumbe toda la casa.
Por ello, es conveniente confiar en manos expertas, como los técnicos de GodoPools, una empresa malagueña con sede en Marbella. Sabrá tomar todas las medidas necesarias antes de elaborar un plan de trabajo, al tiempo que le aconsejará sobre el mejor lugar para instalar su piscina en función de las características estructurales de la casa.
Solo quieres darte un buen baño en tu preciosa piscina. Pero cuando empiezas a sumergirte en la piscina, notas desagradablemente que el agua está demasiado fría. ¿Cuántas veces te ha pasado esto?
El agua fría, causante de los habituales y molestos escalofríos, suele ser uno de los factores que nos impiden disfrutar plenamente de nuestra piscina. Pero, ¿cómo resolver esto? Sencillo, basta con equiparse con un calentador de agua, capaz de garantizar la temperatura ideal de la piscina.
Hay muchos elementos que dificultan el calentamiento natural de nuestra piscina. E incluso si se trata de una piscina cubierta, la ausencia de luz solar directa puede, en cualquier caso, hacer que el agua esté más o menos fría.
Agua de la piscina: ¿cuál es su temperatura ideal?
Una temperatura del agua demasiado baja no puede ni debe estropear nuestra experiencia de relajación y confort en la piscina. Para evitar estas desagradables sorpresas, pues, es necesario saber cuál debe ser la temperatura perfecta del agua de nuestra piscina.
En condiciones óptimas, debe estar en un rango entre 24 y 28 grados. Para ello, un buen calentador de agua, capaz de controlar y regular la temperatura, facilitará sin duda la consecución de este objetivo.
Temperatura ideal de su piscina
Obviamente, también hay que tener en cuenta la ubicación de la propia piscina. Si se trata de una piscina al aire libre, por ejemplo, con las altas temperaturas típicas de la época estival, podría fijar la temperatura entre 22° y 24°. Por el contrario, en un espacio más fresco y sombreado, podría alcanzar los 28°.
Precaución. Si se opta por un sistema de calefacción para piscinas, lo mejor es mantener controlados los parámetros de pH y cloro de nuestra agua. Esto es para evitar la desagradable aparición de cualquier hongo, bacteria u otros microorganismos dañinos.
Protegido de la Humedad
Otro aspecto fundamental a tener en cuenta a la hora de elegir una piscina cubierta es la humedad. De hecho, en un ambiente cerrado, el agua que se evapora no puede dispersarse en la atmósfera y se transforma en humedad, lo que a la larga puede provocar moho, malos olores y dañar paredes y suelos. Si tiene la posibilidad, debe elegir construir su piscina en locales con las condiciones climáticas más óptimas (temperatura, intercambio de aire, etc.).
Por ejemplo, un aspecto importante a tener en cuenta es la temperatura del aire y del agua, que debe ser lo más similar posible para evitar una evaporación excesiva. Para tener una idea más precisa, la temperatura del agua debe estar entre 26° y 30°, mientras que la del entorno debe ser igual o ligeramente superior. Además, hay que prestar atención a los niveles de humedad del aire, que deben estar en torno al 60%. Para ayudarle a mantener estos parámetros bajo control, debe instalar un buen sistema de deshumidificación y calefacción que pueda ajustarse automáticamente a los valores ideales.
Otro truco para vencer el exceso de humedad que puede formarse con una piscina cubierta es tener un número adecuado de ventanas en la habitación: podrás abrirlas en caso de que haya demasiado vapor o a la primera señal de manchas de humedad, favoreciendo la circulación y el intercambio de aire.
Por lo demás, cada piscina, ya sea interior o exterior, debe responder al gusto personal del propietario.
Por qué tener una piscina climatizada
Cuando se acerca la temporada de verano y se es propietario de una piscina, lo primero que se piensa es en restaurar las instalaciones, limpiar y mantener el rincón más relajante y glamuroso de la casa. Y cuando llega la temporada de frío, solo se puede pensar en cómo prolongar al máximo los beneficios del deporte acuático y el valor terapéutico del agua.
¿Qué mayor placer que llegar a casa con frío después de un largo día de trabajo y poder zambullirse unos minutos antes de cenar?
Unas cuantas brazadas y un aperitivo y la forma física y el buen humor están asegurados. Por no hablar de que los fines de semana de invierno ya no tendrán que organizarse con antelación: basta con invitar a unos cuantos amigos para animar la noche del sábado o la mañana del domingo para terminar con un buen brunch final.