Madrid es una ciudad cosmopolita, le pertenece al mundo, no solo a los españoles. Está integrada en el sistema de redes económicas de países desarrollados, a escala internacional y por eso presenta en la actualidad, unos rasgos de metrópolis mundial; pero que se niega a perder sus peculiaridades regionales y nacionales, ese es su secreto que cautiva. Es una ciudad muy animada, que ofrece distracciones de todo tipo. Es bastante extensa, pero si organizas bien tu tiempo, podrás conocer y disfrutar los cinco lugares más espectaculares que no te puedes perder de la capital de España.
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El Palacio Real de Madrid
Este palacio fue la residencia real desde 1764, hasta que el Rey Alfonso XIII abdicó al trono en el año 1931. Hoy funciona como la residencia oficial del Rey, aunque no vive realmente ahí, sino en el Palacio de la Zarzuela, por lo que es utilizado para actos de Estado. ¡Es inmenso! Con sus 199.000 metros cuadrados y 3.418 habitaciones, es considerado el palacio real más grande de Europa occidental. Las habitaciones ocupadas, en su día, por el Rey Alfonso y su familia, están abiertas al público, así como el Salón del Trono, la Sala de visitas y la Galería de pinturas. El Palacio en sí es una inmensa riqueza histórica y artística, que alberga instrumentos fabricados por Antonio Stradivari, que son patrimonio nacional y otras colecciones de pinturas, esculturas y tapicería. Se exponen obras d Francisco de Goya, Velázquez y otros.
Museo del Prado
Es un componente clave del llamado Triángulo dorado de museos, con el Reina Sofía y el Thyssen. El reformado e impetuoso Prado es una casa del tesoro, que puede mantener por sí mismo a Madrid, en primera línea del bagaje cultural de Europa. Esculturas, dibujos y trabajos en otros medios se exponen aquí, pero el museo es conocido principalmente por su colección de cuadros de Greco, Goya, Rubens, Murillo, Tiziano, el Bosco, Rafael, Botticelli, Fran Angélico y otros. El 80% de las pinturas de Velázquez, se encuentran ahí, incluyendo las famosas Meninas. ¡Calidad artística pura!
La Puerta de Alcalá
Es un lugar muy emblemático en Madrid. Históricamente es una de las cinco puertas reales de acceso a la ciudad. Con su estilo neoclásico, en la actualidad es el sitio de encuentros para manifestaciones públicas y el lugar más visitado por los turistas, donde se toman fotos o graban videos, como un requisito ineludible para cumplir una trascendental misión. Y es que es una monumental puerta, regia y fotogénica, con su jardín ancho y circundante, que nos traslada a un paraíso.
La Plaza Mayor
La enorme plaza fortificada, fue construida en 1619 en estilo barroco y ha visto unas cuantas corridas de toros, fiestas de carnavales e incluso, terribles actos durante la inquisición. Hoy en día, después de varios incendios, se mantiene como uno de los mejores lugares de encuentro de la ciudad, el corazón latente del viejo Madrid. Puede elegir una de las nueve puertas de salida, con hermosas formas de arco, que lo llevarán a pasillos repletos de tabernas, bares de tapas y mesones. Encontrará la escultura ecuestre de Felipe III, como un altivo custodio de las calles de Madrid.
El Parque del Buen Retiro
Un paseo por el Parque del Retiro es indispensable e imperdonable que no lo visite. Fue construido durante el siglo XVII, reservado exclusivamente para la realeza. Es un espacio de 140 hectáreas, llenas de fuentes y monumentos, además de un inmenso lago. Ahí podrá visitar al Casón del Buen Retiro, con sus salas de exposiciones en el Palacio de Cristal y el Palacio de Velázquez. Además, cuenta con El Estanque Grande, donde se puede pasear en barcas, la Rosaleda, que es un hermoso jardín digno de admiración. El Partene, La casita del pescador, La montaña artificial, en fin, es imposible aburrirse e incluso resulta difícil decidir cuál atractivo turístico visitar.
Si eres fanático del fútbol, podrías hacer un recorrido por cada espacio del Estadio Santiago Bernabéu, y conocer de primera mano la historia del Real Madrid en su museo.
Madrid ciudad de todo y para todos, alegre, amigable y hermosa. Si vas, desearás regresar pronto a recorrer sus calles de juglares medievales.
