Disfrutar de un día de verano en la montaña practicando senderismo ya es una actividad verdaderamente potente en sí misma y muy completa para los mayores y los pequeños. Sin embargo, para complementar la actividad, aquí van cinco ideas de juegos que podemos realizar para acompañarla.
De entrada, las actividades físicas en estos entornos tienen que ser siempre muy controladas. Por ello no vamos a recomendar juegos que supongan la dispersión del grupo, ni tampoco aquellos que tengan que ver con un exceso de esfuerzo físico, ya que esa energía ya la hemos gastado nosotros y los peques durante la marcha.
Organizar la ruta a modo de gyimkana
Esto le puede dar más aliciente al recorrido y, sobre todo, puede hacer que los niños muestren un interés mayor en la actividad. Se trata simplemente de establecer unos puntos en la ruta donde pediremos algunas actividades o pruebas mínimas; recoger un piedra o una flor, responder a una pregunta sobre el trayecto… Se puede incluso plantear jugar con puntos con algún premio final.
Un tesoro
Es una de esas actividades que, bien organizadas, funcionan siempre y además son muy divertidas. Para ello hemos debido esconder previamente algún objeto (por ejemplo una tartera en la que hemos dejado unas monedas de chocolate) y al llegar al entorno donde está escondida podemos detener la marcha y contar una historia que motive la búsqueda, para la que podemos dar pistas.
Es el típico juego de buscar el tesoro que, repetimos, bien organizado siempre funciona.
Volar una cometa
Aunque requiere que encontremos un espacio para poder lanzar el vuelo, una cometa siempre proporcionar resultados asegurados en los niños, podemos no solo lanzar nosotros el vuelo y posteriormente pasar el manejo, sino también tratar de explicar el funcionamiento y enseñarles a lanzarla, lo cual sería ya un éxito total.
Rally fotográfico
Hoy en día los dispositivos móviles nos permiten realmente usar un montón de funcionalidades entre ellas, por supuesto, las cámaras. Una muy buena idea, teniendo en cuenta al gusto de los niños por la tecnología, es plantearles una especie de rally fotográfico en el que al final del día repasaremos todas fotos las fotos realizadas. Podemos incluso plantearlo como concurso con premios.
Buscar la forma más rara
Uno de los motivos principales por el que realizamos este tipo de actividades es, sin duda, el contacto con la naturaleza de los niños. En este sentido, una actividad divertida puede plantear que durante la ruta los niños busquen una forma rara en la naturaleza, bien una piedra, un árbol, un conjunto de rocas, incluso una nube, podemos perfectamente hacer fotografías de estas formas raras y coleccionarlas, es algo que suele funcionar muy bien con los peques.