La basofilia

¿Qué es la basofilia? Causas y síntomas

La basofilia también se conoce como trastorno basófilo. Se trata de una afección en la que el organismo produce un número elevado de basófilos. Los basófilos son glóbulos blancos que protegen al organismo contra infecciones causadas por virus, parásitos, hongos e incluso durante el cáncer.

Los basófilos también están presentes en el organismo para luchar contra los alérgenos. Si el recuento de basófilos es inusualmente elevado, la afección se denomina basofilia. La basofilia puede ser un signo clínico que suele sugerir una infección.

También puede sugerir un signo de patologías médicas subyacentes como la leucemia (cáncer de los glóbulos blancos) o un trastorno autoinmune.

La basofilia

¿Cuáles son las causas de la basofilia?

La basofilia se produce cuando el organismo presenta un aumento del número de basófilos. El recuento de basófilos puede aumentar por diversos motivos.

A veces, los síntomas de la basofilia significan que el cuerpo se está defendiendo de una patología médica grave, como el hipertiroidismo o el cáncer.

Otras veces, estos síntomas indican que el organismo está luchando contra una infección persistente o contra un alérgeno.

Ciertas afecciones médicas están asociadas a la basofilia, entre ellas:

  • Leucemia mieloide crónica (cáncer de la sangre en adultos).
  • Mielofibrosis primaria (una forma rara de leucemia crónica).
  • Trombocitemia (enfermedad en la que la médula ósea produce un número elevado de plaquetas).
  • Síndrome mielodisplásico (alteración de la producción de células sanguíneas).
  • Enfermedad inflamatoria intestinal (trastorno inflamatorio de todo o parte del tubo digestivo).
  • Colitis ulcerosa (trastorno inflamatorio caracterizado por llagas y úlceras en el tubo digestivo).
  • Artritis reumatoide (enfermedad inflamatoria de las articulaciones).
  • Ciertas alergias alimentarias a la leche, los productos lácteos, los cacahuetes, el pescado, etc.
  • Alergias medicamentosas (alergia a determinados medicamentos).

Síntomas de la basofilia

Los síntomas de la basofilia pueden confundirse con muchas los de otras afecciones médicas. Los síntomas pueden incluir:

  • Fiebre alta.
  • Dolor de cabeza intenso.
  • Infecciones recurrentes.
  • Picor y prurito intensos.
  • Erupciones cutáneas.
  • Presión arterial alta.
  • Artritis (articulaciones hinchadas y dolorosas).
  • Vértigos.
  • Sangrado fácil.
  • Falta de aliento.
  • Dolor de huesos.
  • Dolor abdominal.
  • Visión borrosa.
  • Pérdida repentina de peso.
  • Entumecimiento de los dedos.

¿Cómo se diagnostica la basofilia?

Es posible que el profesional sanitario descubra el recuento elevado de basófilos al realizar un hemograma completo rutinario por otra causa. Tras un hemograma completo anormal, el médico podría sugerir un frotis sanguíneo. Se toma una gota de sangre del paciente en un portaobjetos y se extiende para examinar si hay glóbulos rojos, glóbulos blancos y plaquetas anormales.

Las diversas pruebas para identificar las causas de la basofilia incluyen:

Análisis de sangre:

El profesional sanitario suele aconsejar estas pruebas para buscar recuentos anormales de glóbulos rojos, glóbulos blancos y plaquetas sanguíneas. El análisis de sangre es muy efectivo para diagnosticar lo siguiente:

  • Sí hay inflamación
  • Evaluar niveles anormales de proteínas en la sangre.
  • Alergias

Biopsia de médula ósea:

Se procede a extraer la muestra del hueso de la cadera para ser analizada en un laboratorio. La intención es identificar si está produciendo células sanguíneas sanas.

Pruebas genéticas

Se realizan para determinar si hay mutaciones genéticas que estén causando enfermedades

Ecografía

Esta prueba es muy útil para obtener imágenes de los órganos del cuerpo, para ello emplea ondas sonoras.

¿Cuál es el tratamiento y la gestión de la basofilia?

La basofilia no se trata directamente, pero la afección puede mejorar una vez que se controla y trata la afección médica subyacente que la causó.

Los diversos trastornos mieloproliferativos se tratan con lo siguiente:

Quimioterapia

Los medicamentos utilizados para esta modalidad de tratamiento suelen destruir las células sanguíneas adicionales presentes en el organismo.

Radioterapia

Los rayos X de alta energía con capaces de destruir todas las células sanguíneas que estén sobrando en el organismo

Cirugía

El médico puede extirpar quirúrgicamente el bazo si está agrandado. Esta operación quirúrgica se conoce como esplenectomía.

Trasplante de células madre

Lo que se desea con este procedimiento es que la médula ósea pueda sintetizar nuevas células sanguíneas sanas, para ello se sustituyen las células madre.

Las personas que padecen ciertas alergias alimentarias y medicamentosas deben evitar desencadenantes como la leche, los lácteos, los cacahuetes, el polen, el polvo, la caspa de animales domésticos, etc.

El paciente puede recibir inyecciones antialérgicas para desensibilizarlo a ciertos tipos de alérgenos, como las malas hierbas (plantas presentes en un lugar inadecuado), el moho (crecimiento de hongos), el polvo y las picaduras de insectos. Las infecciones bacterianas suelen tratarse con antibióticos.

¿Cuáles son las complicaciones de la basofilia?

La basofilia no causa complicaciones por sí misma, pero las condiciones médicas subyacentes pueden causar estas complicaciones, incluyendo:

  • Agrandamiento del bazo.
  • Infecciones graves.
  • Coagulación sanguínea defectuosa.
  • Hemorragias graves.
  • Aumento de la susceptibilidad a los cánceres.

Conclusión

Los basófilos se reconocen como un tipo de glóbulos blancos y ellos se producen en la médula ósea. Un rango normal varía de cero a tres basófilos por cada microlitro de sangre. Un nivel de basófilos superior al normal se denomina basofilia. Puede ser un signo de infección crónica en el organismo o sugerir algún trastorno sanguíneo grave o cáncer. El médico puede identificar la afección realizando determinados análisis de sangre.

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