Nadie puede discutir la utilidad de una sana rutina diaria de ejercicios, como medio para garantizar un mejor estado de salud física y mental. Es muy común escuchar en los diversos medios de comunicación los efectos beneficiosos sobre el organismo, de la actividad física de índole cardiovascular, como trotar, caminar y escalar; y sus repercusiones estéticas, en el mantenimiento de una figura esbelta y delgada.
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Beneficios de los ejercicios de musculación sobre la salud
Sin embargo, no es tan habitual evidenciar la presencia de alabanzas en los canales de TV, a los múltiples efectos beneficiosos de los ejercicios de desarrollo y definición muscular, en el funcionamiento de los órganos corporales; a pesar de existir una abundante evidencia al respecto, recabada a través de estudios científicos en distintos países.
Aparte del evidente aumento de la fuerza muscular y las capacidades de levantamiento de cuerpos más pesados, es importante reconocer la importancia del levantamiento de pesas, en conjunto con una alimentación rica en calcio, para fortalecer los huesos. Por otra parte, se ha constatado que este tipo de ejercicios trae aparejado un aumento en la flexibilidad de las articulaciones, lo cual resulta particularmente conveniente para las personas que padecen de artritis y dolores articulares, siempre y cuando se realicen bajo la supervisión de un profesional y con moderación.
De igual modo, los ejercicios de desarrollo muscular, permiten el fortalecimiento de las estructuras corporales que son propensas a sufrir lesiones, tales como las rodillas, la espalda y los hombros, al incrementar la masa muscular que las rodea. Asimismo, garantiza a través de su combinación con ejercicios cardiovasculares, un control del peso corporal más efectivo, así como mejorar el funcionamiento del corazón y la circulación sanguínea.
Muchas personas que tienen problemas con el control de la glucemia, pueden certificar la mejora de los niveles de glucosa en la sangre, a través de ejercicios de levantamiento de pesas y desarrollo muscular. Esto se produce, a causa de la alta demanda de energía contenida en los carbohidratos, por parte del músculo en desarrollo, lo cual hace que disminuya la presencia de azúcares libres en la sangre.
Mejor apariencia física y autoestima
No obstante, ese tipo de entrenamiento, también redunda en una mejora estética significativa, pues se enfrenta a la flacidez y obesidad, mientras permite el desarrollo de un cuerpo más tonificado y vigoroso. Esta mejora estética, puede generar a su vez, una mejora en la autoestima de la persona, quien llegará a sentirse más conforme con sus condiciones físicas. Demostrar la capacidad de enfrentarse a la resistencia que genera el levantamiento de pesas, también coadyuva a potenciar la estima hacia sí mismo, a través de la sensación de triunfo, al lograr cargar un peso mayor o aumentar las repeticiones.
Ejercicios de brazos
Entre los ejercicios de musculación, son muy populares los que se realizan para fortalecer los brazos y el tren superior. Éstos tienden a ser realizados por hombres principalmente, pero cada vez es mayor la cantidad de mujeres que los llevan a cabo, para aumentar su fuerza y evitar algunos efectos no deseados del paso de los años, sobre los tejidos.
Los ejercicios diseñados para aumentar la fortaleza de los brazos, pueden realizarse en complejos deportivos, tales como gimnasios, pero también son realizables en la comodidad del hogar, siempre y cuando, se conozca cuales ejercicios impactan de modo determinante, sobre los distintos grupos musculares con los que contamos en nuestros miembros superiores y se disponga de un espacio suficiente para llevarlos a cabo, de modo seguro y saludable. Desde aquí te instamos a contactar con un especialista en acondicionamiento físico y consultar a tu médico de confianza, antes de realizar las rutinas que te proponemos más adelante, para disminuir la incidencia de posibles lesiones y otras consecuencias negativas, que podrían derivarse de una técnica errónea o del esfuerzo excesivo.
Músculos de los brazos
Es importante conocer que los brazos cuentan, a grandes rasgos, con cuatro grupos musculares, conformados por deltoides (hombros), bíceps, tríceps y braquiorradiales (antebrazos). Hay personas que fortalecen todos los músculos antes reseñados, mientras que otros deciden desarrollar solamente algunos de ellos. La decisión sobre los músculos que quieres desarrollar, dependerá de tus propias aspiraciones e intereses, así como necesidades personales.
A continuación, te recomendamos varios ejercicios para desarrollar la musculatura de los brazos, discriminados por grupos musculares, para que puedas elegir los que más se adecúan a tus posibilidades. Recuerda que puedes cambiar las mancuernas o pesas, por otro tipo de objetos pesados, siempre que garanticen que el peso se distribuye de modo equitativo entre ambos brazos.
Ejercicios para fortalecer los brazos
Deltoides
Utilizando pesa tipo barra o mancuernas, deberás flexionar los brazos, hasta ubicar tus manos cerca del nivel de los hombros, y posteriormente llevar las mancuernas, lo más alto que puedas, sobre tu cabeza, para luego, volver a tu posición inicial.
Manteniendo los brazos extendidos a los lados del torso y asidas firmemente las mancuernas, elevamos éstas hasta que nuestros brazos se alineen con los hombros y luego, las devolvemos a su posición original.
Sosteniendo firmemente una pesa tipo barra a la altura de los muslos, con las manos separadas entre sí, a una distancia equivalente a la existente entre los dos hombros, flexionamos los codos, hasta llevar nuestras manos a la altura de la clavícula y volvemos a la posición inicial.
Bíceps
El primer ejercicio que te recomendamos para este grupo muscular, se realiza estando de pie con una pesa tipo barra. Deberemos sostener ésta sobre nuestra área pélvica o sobre la parte superior de los muslos, asiéndola firmemente con el lado interno de los brazos hacia el frente, luego deberemos flexionar los brazos, para llevar la barra a la altura del cuello, y luego la devolveremos a su posición inicial.
Con las mancuernas sostenidas firmemente a los lados del cuerpo y la parte interna del brazo hacia el frente, flexionamos uno de los brazos, para llevar la mano a la altura del hueso de la clavícula, mientras el otro brazo descansa. Al empezar a devolver el brazo flexionado a su posición inicial, debemos flexionar el otro brazo para imitar el movimiento realizado por el primero con anterioridad.
Este ejercicio es muy similar al anterior en mucho de los aspectos, con la única diferencia, que los brazos no llegarán a subir hasta la clavícula, sino que se detendrán al formarse un ángulo de 90° con respecto al resto del brazo. Tal como sucede con el ejercicio anterior, deberá empezarse con un brazo y luego, alternar con el otro.
Estando sentados con un brazo extendido entre las dos piernas y el torso ligeramente inclinado hacia el frente, flexionamos el codo, hasta formar un ángulo recto con respecto a la porción superior del brazo y luego lo extendemos completamente hasta abajo.
Tríceps
La posición inicial de este ejercicio contempla sostener una mancuerna con las dos manos sobre la cabeza, con los codos extendidos y los brazos paralelos con respecto a la cabeza. Partiendo de allí, hemos de flexionar los codos y bajar las manos hasta donde podamos y luego devolverlas a su posición inicial. Al realizar este ejercicio, debemos evitar aumentar la distancia entre los codos y procurar no movilizar los hombros o las partes superiores de los brazos.
Estando de pie, con un brazo extendido sobre la cabeza y la parte interna de éste encarando una de nuestras orejas, hemos de bajar la mancuerna lo más posible, y luego extender el brazo hasta su posición inicial. Una vez culminadas las repeticiones deseadas, deberemos cambiar la mancuerna al otro brazo y realizar la misma cantidad de repeticiones. En este ejercicio puedes utilizar la mano libre, para sostener el brazo que carga la mancuerna, a la altura del bíceps, para garantizar que no se mueva mientras realizas la flexión y puedas resultar lesionado.
Inclinando nuestro torso hacia adelante y apoyando una mano en un banquillo o superficie similar, sostenemos una mancuerna con el antebrazo flexionado en un ángulo recto, con respecto al resto del brazo, y luego hacemos un esfuerzo para llevar la mancuerna arriba, extendiendo el brazo a su máxima capacidad.
Para ejercitar los tríceps, también puedes utilizar barras paralelas. Este tipo de ejercicio es bastante intuitivo y para realizarlo, deberás iniciar con los brazos extendidos y las manos firmemente aferradas a las barras, luego tendrás que flexionar los codos, bajando el torso y proyectando el pecho hacia adelante. El esfuerzo se realizará cuando debas subir, hasta ocupar la posición inicial.
Braquiorradiales
Para ejercitar los antebrazos, es muy común la utilización de un banquillo u otro tipo de superficie que nos permita inmovilizar los antebrazos, mientras que, de sus extremos, deberán sobresalir las manos. Asiendo firmemente las mancuernas y con las palmas de las manos apuntando hacia arriba, deberemos subir y bajar las mancuernas, flexionando las muñecas.
Otra modalidad del ejercicio reseñado anteriormente, puede realizarse con las palmas hacia abajo, pues esta posición permitirá fortalecer otra de las porciones del antebrazo.